¡¡¡Se comió la torta antes del recreo!!!

Es una etapa muy importante y emocionante, por lo general la mayoría de los propietarios lo tienen todo planeado como la selección del macho, ya saben que alimento especial le van a dar e incluso los cuidados antes, durante y después del embarazo. Aunque puede pasar que te enteres que tu perrita está embaraza porque la vez con ese “abdomen redondo” y no es consecuencia de las croquetas o su falta de ejercicio o en el peor de los escenarios te despiertas un domingo por la mañana y escuchas unos chillidos de cachorros que provienen de la camita de tu mascota.

Lo ideal sería que desde que comienza la madurez sexual de tu perrita prestes atención a la presentación de sus celos porque si la piensas cargar, es importante esperar al segundo o tercer celo, ya que ella termine su desarrollo. Entre los cuidados previos está elegir un macho sano y que no sea exageradamente más grande que ella de tamaño, que estén vacunados y desparasitados ambos, tu perrita necesitará ir con el médico veterinario para que por medio de exámenes de laboratorio les diga la mejor fecha para la monta.

La gestación dura entre 58 – 65 días, desde un principio se le debe dar un alimento balanceado (ya hay dietas para perras embarazadas), también se le puede cambiar a un alimento para cachorro en el último mes de embarazo. El ultrasonido es una herramienta útil para evaluar a los cachorros, el desarrollo de sus órganos y muy importante la frecuencia cardiaca, se recomienda realizar el primer ultrasonido hasta el primer mes de gestación, con sus revisiones semanales o quincenales, la radiografía se recomienda hacer casi al termino del embarazo, tanto para saber la cantidad de cachorros que vamos a esperar al momento del parto y así evitar algún problema, valorar el tamaño de éstos y saber si van a caber en el canal de parto o por ejemplo que pensemos que ya tuvo a todos los bebés y en realidad uno fue retenido en el útero.

Las perritas deben estar en un lugar tranquilo, con agua y comida a libre acceso, le puedes colocar unas toallas y cajas de cartón para que cuando ellas se sientan listas preparen el “nido” para recibir a las crías.

Puntos clave: